Mantener una toalla en el cabello después de lavarlo es una práctica común, pero puede ser perjudicial para la salud de tu cabello. Además de la fricción y la tensión que puede ejercer la toalla sobre tu cabello, esta práctica también puede afectar la eficacia de los productos reestructurantes y termoprotectores que aplicas después de lavarlo.
En primer lugar, es importante comprender que la estructura del cabello es una serie de capas superpuestas, comenzando desde la cutícula (la capa más externa) hasta la médula (el centro del cabello). Cuando la cutícula del cabello está dañada, el cabello se vuelve más propenso a enredarse y romperse, lo que puede llevar a puntas abiertas, adelgazamiento y caída del cabello.
La fricción que la toalla puede causar en el cabello mientras lo frotas y lo secas puede provocar daño en la cutícula y agravar cualquier problema existente. Si usas productos reestructurantes para ayudar a fortalecer y reparar el cabello dañado, el daño causado por la toalla puede reducir su efectividad.
Además, si utilizas termoprotectores para proteger tu cabello del calor mientras lo secas, la toalla puede interferir en su eficacia. Cuando la toalla absorbe parte de la humedad, es posible que no quede suficiente humedad en el cabello para que el producto termoprotector funcione adecuadamente.
Para minimizar el daño a tu cabello y asegurarte de que los productos reestructurantes y termoprotectores funcionen al máximo, debes evitar mantener la toalla en tu cabello durante mucho tiempo después de lavarlo. En su lugar, puedes presionar suavemente la toalla contra tu cabello para eliminar el exceso de agua y dejarlo secar al aire libre durante unos minutos antes de aplicar tus productos.