Las cosas simples también tienen su ciencia… así que les cuento algunos tips.
Una buena forma de lavarse el pelo de forma tradicional es aplicar un poco de shampoo en tus manos y distribuir en distintos puntos del cuero cabelludo ya humedecido con agua tibia, masajear con las yemas o palmas, enjuagar y repetir. El primer shampoo es el que retira la mayor parte de impurezas y el segundo shampoo el que limpia en profundidad.
Con el shampoo que cae estruja suavemente el pelo para limpiar medios y puntas… OJO: sin refregar/ frotar! Si haces eso, el pelo empieza a perder estructura y se daña.
El segundo paso es el acondicionador: retira el exceso de agua y aplica el acondicionador de medios a puntas evitando la raíz. Deja actuar unos minutos y enjuagar muy bien con agua tibia. Idealmente, haz el último enjuague con agua fría, de esa forma cierras la cutícula, tendrás más brillo y ayudas a sellar las glándulas sebáceas del cuero cabelludo.
Para el secado; estruja, no frotes! Retira el exceso de agua con una toalla y, en caso de usar secador, aplica siempre un termoprotector.
Aunque uses un termoprotector evita el aire caliente y siempre-siempre termina el secado con aire frío para sellar la cutícula y tener un extra de brillo.
En caso de que planches u ondules tu pelo, seca muy bien antes de usar la plancha y así evitarás quemar/ freir tu pelo.
El protector térmico en el secado no es opcional, tienes que usarlo sí o sí.